sábado, 4 de octubre de 2014

El bolígrado de gel verde.





La gran sorpresa de esta semana en cuanto a literatura se refiere, es el bolígrafo de gel verde de Eloy Moreno, un libro publicado en el año 2011 por la editorial Espasa, pero que ha llegado a mis manos tres años después.

La trama de este libro no contiene un argumento polícial a lo Asa Larsson con la búsqueda de un asesino que va dejando cadaveres a su paso; ni la búsqueda de un tesoro escondido entre las maravillas arquitectónicas y pinturescas que el personaje de Robert Langdon desea proteger a toda costa de alguna de las organizaciones secretas más importantes del mundo quieren destruir, ni tiene una relación tan chispante como la de Anastasia y el señor Grey que tan de moda se ha puesto en este momento, ni una narrativa tan brillante y cómica como los libros de mi queridisimo David Safier.

Todo lo contrario, en sí mismo este libro lo que contiene es una tristeza profunda que consigue meterse en tu cuerpo y más importante en tu pensamiento y que una vez leído el libro y pasados los segundos, minutos y las horas todavía continuas dando vueltas a la cabeza a la historia. Porque, el protagonista de esta historia podríamos ser perfectamente nosotros, la descripción de su día a día, las relaciones que se establecen entre las personas como con el tiempo se transforman, la relación con el lugar de trabajo y las personas que trabajan en él, la relación de pareja y sobretodo la relación con nuestros descendientes.

Es un libro de segundas oportunidades, en un principio, pero también un libro de oportunidades perdidas. Oportunidades que ni nos damos cuenta de que perdemos, porque la misma sociedad a ello nos lleva. El protagonista lleva una vida monótoma y rutinaria, una vida que no es vida, una vida sin color como la de la protagonista del libro de Una tienda en Paris de Máxim Huerta, una vida que no vale la pena, una vida de hipotecamiento con la sociedad y con lo que se espera de ti. Una desvida en definitiva.

Pero lo que le sucede a este protagonista es lo que nos sucede a todos nosotros, y es lo que creo que Eloy Moreno pretende trasmitir, creemos que somos felices, pero realmente lo somos?

Nos despertamos todas las mañanas a la misma hora, desayunamos siempre lo mismo, salimos a la misma hora para acudir al trabajo, a la universidad o a cualquier otro sitio, trabajas durante una jornada maratoniana en una empresa a cambio de un salario que lo único para lo que lo destinas es para sobrevivir pagando hipoteca, o alquiler, los gastos básicos como son agua o electricidad, y para comida. Saliendo a la misma hora de trabajar y ir directos a casa para cenar, ver un rato la tele y dormir. Sin apenas pasar tiempo con tus familiares o con tus amigos. Así de lunes a viernes - claro, quien trabaje en ese horario laboral- y luego los fines de semana también una misma rutina, te despiertas a la misma hora, desayunas lo mismo, vas a pasear por el parque, comes con tu familia............

Creo que en si misma la portada del libro es muy descriptiva de lo que en el libro puede suceder, se puede observar en primer plano un hombre con un gesto de desesperación por la posición que ocupa, vestido con traje y chaqueta y con un segundo plano donde se puede observar  una ciudad con grandes edificios y de color gris, transmitiendo la frialdad de las grandes ciudades.


Hay un fragmento del libro, en el que el protagonista reflexiona entorno a su relación con su hijo, y viene a decir algo asi como que aquella sociedad que no te permite pasar tiempo con tu hijo que tipo de sociedad es.
Y tiene toda la razón, porque para que tener hijos si luego no pasas tiempo con ellos, cuando necesitas que otra persona cuide de él. Cuando la abuela del niño lo conoce mejor que los propios padres, habla de la abuela pero podría perfectamente referirse a una cuidadora, personas que se dedican realmente a educar en lugar de los padres, que únicamente se dedican dos horas al día a estar con ellos.

Personalmente, creo que es un libro de autoayuda a lo Coelho pero camuflado en una novela. Me ha gustado mucho, porque no es el tipo de libro que suelo leer, pero consigue tocar tu corazón y reflexionar sobre tu vida. Tiene una narrativa fácil, cercana, el estar escrito en primera persona ayuda a empatizar mucho más con el personaje.

Creo que es 100% recomendable.


2 comentarios:

  1. Este libro me gustó mucho, sobre todo la manera de expresarse del escritor es lo que mas me sorprendió.

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  2. Siii, a mi también me gusto. La forma de expresarse, y de transmitir al lector que podemos ser cada uno de nosotros los protagonistas de esta historia, que nuestra vida esta llena de inseguridades y de rutinas.....

    Muchas gracias por el comentario.

    Un saludo.

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